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Yakuzas desde el sofá de casa

19 diciembre, 2016 /   3535

Aunque el título puede dar lugar a equívoco, no, esta no es una entrada en la que os enseñamos cómo convertiros en los Yakuza más chungos del barrio sin levantaros del sofá. De lo que vamos a hablar es cómo se representa a la yakuza y qúe las películas no japonesas se han estrenado.

Por si os perdisteis el podcast dedicado a la yakuza… Bueno, podcasts que ya van dos… En todo caso, por si no lo sabíais, la Yakuza es la mafia japonesa. Conocida sobre todo (más allá de sus delitos) por sus tatuajes y por las películas de los Takashi (Miike y Kitano), existe una extensa filmografía nipona con este grupo criminal como protagonista.

Al tratar estos temas representados en el cine es normal plantearse la siguiente cuestión: ¿cuánta idealización hay en las películas japonesas sobre la Yakuza y cuánta realidad (por parcial que sea)? Parece un sinsentido plantearse que alguien pueda idealizar la figura de una de las mafias más poderosas y ricas del mundo. Será porqué nunca un ladrón o asesino fue presentado como si no lo fuera tanto en una obra de ficción…

Y es que resulta que con rebuscar un poco (o reescuchar el primer podcast del tema) nos encontramos con un grupo que ayuda a su pueblo tras grandes catástrofes, unos delincuentes que son vistos con cierta admiración por parte de la policía. Una mafia que nace de los samuráis sin dueño y que hacen suyos (en ocasiones y cuando les conviene) unos valores que fueron más literarios que reales.

¿Qué queda de todos estos aspectos que entran en conflicto con la manera occidental de concebir a la mafia? No hay mucho material extranjero que trate de la yakuza, pero algunos aspectos se han representado también en las obras no japonesa. Yo he encontrado 9 películas.

Durante el podcast de series Yakuza hicimos (bueno, lo hicieron Dani y Fran) un repaso de mangas, animes y películas que tienen a esta organización delictiva como protagonista o como trasfondo. Fran solo llegó a mencionar un par de ejemplos no japoneses: Yakuza (1974) y Black Rain (1989).

Hablemos, por fin, de los yakuzas que vemos des del sofá.

De estas nueve producciones: cuatro son 100% norteamericanas, tres norteamericanas y japonesas, y dos son francesas (una al 100% y otra respaldada también desde las islas asiáticas).

La primera película que se hace fuera del país (aunque no del todo) se estrena bajo el nada imaginativo título de Yakuza (1974). La influencia japonesa se nota sobre todo en la atención con la que se retratan aspectos tan propios de este grupo como el yubitsume (cortarse el dedo tras una traición) o el giri (deber de por vida con otro por un favor que te han hecho). Hay katanas, secuestros y americanos (marine retirado en este caso) al rescate.

Tendrían que pasar 15 años hasta que en el 1989 se estrena la segunda película y quizás la mejor o casi: Black Rain. Dirigida por el gran Ridley Scott y protagonizada por el no menos conocido Michael Douglas. Un par de policías (un joven Andy Garcia haciendo de compañero novato) escoltan la repatriación de un asesino vinculado a una de las facciones de la Yakuza en Estados Unidos. Se da a la fuga nada más llegar y perseguirlo en Japón no es nada fácil ya que la policía colabora relativamente. Recordemos que fuera de la ficción, los cuerpos de la ley no tienen del todo claro su opinión sobre la Yakuza. Volveremos a ver en esta producción el yubitsume y las lealtades dentro de los clanes. Son representados a su vez algunos de los rasgos más nobles  (si seguimos hablando de delicuentes) de este grupo.

En los 90 se estrenan un par de películas: Little Tokyo. Ataque frontal (1991) y American Yakuza (1993). La primera cuenta con Brandon Lee como estrella y sitúa a la mafia en Estados Unidos, luchando por hacerse con el control del barrio de Little Tokyo en Los Ángeles y asentar una nueva droga en suelo norteamericano. La segunda tiene a un joven Viggo Mortensen (agente de la FBI, como no) que viaja a Japón para infiltrarse en uno de los clanes yakuzas.

Little Tokyo apuesta más por la acción: tiroteos, mujeres desnudas con sushi por encima, katanas, decapitaciones, y mucho tío casi en bolas tatuado.  Por su parte, American Yakuza trata el tema con más cariño (la participación japonesa se nota),al mostrarlo desde dentro y con esa intención se intenta enseñar algo más que violencia. Cómo funciona y se articulan los clanes.

Principios de los 2000 es cuando se da el pequeño boom de producciones que le dedican aunque sea un poco de atención a la Yakuza.

Taxi 2 (2000) y Wasabi. El trato sucio de la mafia (2001) son las dos producciones francesas que nacen bajo la batuta del director francés Luc Besson. Ambas con una vertiente cómica ilustran a su manera a esta mafia. Taxi 2 se ambienta en Francia y en el secuestro del ministro de Defensa japonés durante una visita a Marsella para aprender protocolos antimafias. Wasabi cuenta con Jean Reno (ese actor francés al que le encanta hacer de poli) y nos trae a un agente de los servicios franceses nuevamente infiltrado, nuevamente al rescate. Más mimo y detalle en la segunda que en la primera pero un enfoque distinto a las norteamericanas.

La siguiente película  siempre un orden cronológico no necesita casi ni presentación: Kill Bill Volumen 1 (2003) del particular Quentin Tarantino y con Uma Thurman y Lucy Liu. Si alguien no la ha visto aún (que todo es posible), esta película transcurre durante muchos minutos del metraje en Japón ya que el personaje de Liu es una líder Yakuza. Además de katanas, acción y sangre; también se señala en la importancia del respeto al oyobun (líder del clan) y el desprecio nacionalista de la Yakuza hacia los extranjeros (Liu es de padre militar chino-americano y de madre japonesa).

Por mucho que tenga dinero japonés detrás y por mucho que lo intenten, una peli de Steven Seagal… Este hombre es como es y las películas en las que sale, igual. Yakuza: El imperio del sol naciente (2005) es la penúltima de la lista. Tiene un aspecto muy interesante como es tratar los posibles acuerdos de la Yakuza con grupos chinos, en este caso, referente a las drogas. Además de eso, nada nuevo: agente de FBI/CIA, criado en Japón, katanas, Steven Seagal…

Y por último, The Fast and the Furious: Tokyo Drift (2006), producción muy norteamericana, muy de la franquicia Fast&Furious. Otro marine por Japón (no se nota apenas lo de la ocupación), negocios turbios de la Yakuza y coches. Mira qué buena idea, derrapar en el cruce de Shibuya.

Y estas son las pocas producciones no japonesas (aunque algunas lo sean en parte) que se han estrenado y tocan de alguna manera el tema Yakuza. La mayoría presenta factores comunes: agentes de la policía, FBI, marines en misión para salvar gente ya sea pegando tiros o infiltrándose. Mucho más interesante las segundas que las primeras. En todas hay detallitos interesantes que sus directores/guionistas han querido plasmar a pesar de que en general son acción pura y dura.

Así que si os apetece ver algo de Yakuzas sin sello made in Japan, estas son las 9 opciones que os presentamos desde Expresión Otaku.