Tu radio y podcast sobre manga, anime y cultura japonesa ツ

Tanabata

Tanabata, el 7 de julio japonés

8 julio, 2016 /   5770

En Pamplona (España) esperan con ganas el 7 de julio para empezar sus Sanfermines, una de las fiestas locales más populares de la península. Del mismo modo, el séptimo día del séptimo mes del calendario lunisolar japonés (agosto según nuestro calendario gregoriano) se celebra uno de los matsuris más emblemáticos: Tanabata.

Tanabata

 

Tal como le cuenta Nana a Shin y como habréis podido ver en algún que otro manga o anime, el rasgo distintivo del Tanabata es el hecho de escribir deseos en tiras de papel llamadas tanzaku y colgarlas de las ramas de árboles de bambú. En ocasiones se realizan otras decoraciones que se cuelgan junto a los deseos, se ponen a flote en un río o incluso se queman a medianoche (es bastante común, no solo en Japón, quemar papeles en los que hay deseos escritos para que estos se cumplan).

En cuanto a estas otras decoraciones existen siete principales:

Tanzaku, kamigoromo, orizuru, fukinagashi con kusudama

Tanzaku, kamigoromo, orizuru, fukinagashi con kusudama

  • La tira del papel en la que se escribe el deseo, tanzaku, y simboliza la buena caligrafía y los estudios.
  • Los kimonos de papel, kamigoromo, mejora en la costura, evita los accidentes y la mala salud.
  • La grulla de papel, orizuru, simboliza la seguridad familiar, la salud y una larga vida.
  • El bolso, kinchaku, atrae los buenos negocios.
  • La red, toami, para llamar a las buenas pescas y cosechas.
  • La papelera, kuzugaro, símbolo de la higiene y la austeridad económica.
  • Las serpentinas, frukinagashi, simbolizas los hilos Orihime (de la que en seguida hablaremos) usa para tejer. Sobre ellas suele colocarse una bola ornamental llamada kusudama, que actualmente han perdido protagonismo frente a unos adornos en forma de caja.

Siendo el Tanabata a su vez conocido como el Festival de las Estrellas, es lógico que se celebre por la noche con grandes fuegos artificiales.

 Tanabata

Durante el Tanabata se puede ver en el cielo la Vía Lactea, tal como menciona Hachi, y a cada uno de sus lados las estrellas Vega y Altair. La posición de estas motiva la leyenda que inspira esta festividad de origen chino.

Mukashi, mukashi (como dirían los japoneses o «hace mucho, mucho tiempo«) el rey del Cielo, Tentei, tenía una preciosa hija (como no podía ser de otro modo) llamada Orihime. Esta dedicaba sus días a tejerle vestidos a su padre, cual Penelope esperando a su Ulises, a orillas del río Amanogawa, es decir, de la Vía Láctea. Aquí la leyenda tiene diferentes versiones: una cuenta que un día Orihime vio a lo lejos a un joven pastor (hermoso también como no) llamado Hikoboshi y ambos, como no podía ser de otro modo, se enamoraron.; en otra se dice que tan atareada estaba la muchacha que fue el padre de ella el que concertó el encuentro. Sea como fuere, el bondadoso rey del Cielo y padre de Orihime viendo el gran amor que se profesaban los jóvenes, los unió en matrimonio.

TanabataHasta aquí todo bien, jóvenes, guapos y enamorados. ¿Qué podía salir mal?  Tan felices con su amor estaban que poco a poco fueron olvidándose de sus obligaciones para dedicarse exclusivamente el uno al otro. Orihime no tejía para su padre, ni Hikoboshi no cuidaba de sus bueyes así que estos se esparcieron por el Cielo. Enfadado por la irresponsabilidad de los enamorados porque una cosa es ser bueno y otra tonto, el rey del Cielo los separó dejando a cada uno en una orilla del Amanogawa. Hay gente a la que les das la mano y se cogen el brazo entero.

Orihime, como no podía ser de otro modo, lloró lloró y la casa… ah, no, perdonad esa es otra historia. La cuestión es que tan apenada estaba la chica y tanto lloraba que su padre, que recordemos en realidad es un buenazo y por su niña todo, cedió a la petición de su hija de verse una vez más con su querido y marido recordemos. El rey estipuló que podrían verse el séptimo día del séptimo mes siempre y cuando Orihime hubiera acabado sus deberes, quiero decir, sus tareas costureras.

En lo que no cayeron fue en que los hay que nacen con estrella (nunca mejor dicho) y otros estrellados. La primera noche que por fin iba a producirse el reencuentro de los enamorados se dieron cuenta que no había puente para cruzar el río. Quizás tan bueno no era el señor rey de los Cielos… Así que Orihime usando su astucia… es broma, se puso a llorar . Bien sabía que quien no llora no mama. Un grupo de urracas acudieron en su ayuda y le hicieron con sus alas un puente que cruzara el Amanogawa/Vía Láctea. Así, Orihime y Hikoboshi pudieron volver a verse aquella noche Las aves prometieron, pobres desgraciadas, acudir cada año para contribuir al reencuentro de los amantes. Eso sí, si no llovía que entonces daba mucha pereza. Como los japoneses son muy poéticos ellos, las lluvias en Tanabata son llamadas lluvias de lágrimas. Así, Orihime representa la estrella Vega y Hikoboshi la estrella Altair, ambas separadas por la Vía Láctea.

Como habéis podido ver, me he servido del capítulo 17 del 6º tomo de Nana para ilustraros esta festividad japonesa. No es la única serie en la que el Tanabata es escenario de alguna secuencia o se encuentra referencias a él.

En la página Tv Tropes han hecho un pequeño recopilatorio. No están todas pero hay algunas mencionadas y sinó, siempre os quedará Shin Chan.

Y para acabar os dejo un vídeo, cortito por eso, con la canción tradicional que se canta en Tanabata.

 

Escrito por Jeza

Es la primera vez que colaboro en un blog y ¡espero que no sea la última! Me gusta tanto Japón que hasta he estudiado una carrera sobre ello (las carreras que se inventan...). Últimamente mi consumo de anime y manga está volviendo tras unos años de ocaso, por lo menos mi afición a los videojuegos, cine y literatura sigue intacto.