Si le ves la cola, quizás sea un kitsune
23 marzo, 2016 / 6182
Aunque haya mucha mente pervertida y gente a la que le guste buscarle los dobles sentidos, no hay nada de obsceno en esta entrada. Tan solo es un consejo para descubrir si uno de tus amigos o esa chica tan guapa que ha aparecido de repente es realmente lo que parece o hay kitsune encerrado. El kitsune 狐 (zorro) es uno de los personajes del folclore japonés que más juego da. Su popularidad ha estado muy ligada a sus múltiples y variadas habilidades. Para presentarlo, ¿qué mejor que un relato que ilustre algunas de sus capacidades?
Hamel, Frank. Human Animals: Werewolves & Other Transformations. New Hyde Park, N.Y.: University Books, 1969. 89
En una leyenda de apenas unas frases descubrimos muchas cosas de los Kitsunes: su capacidad de metamorfosis (la mayoría de veces en mujer hermosa) y su fobia a los perros. En la mayoría de historias, verse descubriertos hace que la historia acabe no muy bien para los demás, sin embargo aquí el amor prevalece. Un caso similar a alguna de las historias sobre la Yuki-Onna: en una de ellas perdona al hombre por el amor que siente por sus hijos, aunque en esa ocasión lo abandona para siempre.
No por ello implica que sean malvados por naturaleza. En el panteón de deidades (kami) en Japón conviven personajes de lo más variopintos. El que aquí nos interesa es Inari, dios de los cereales y muy vínculado al kitsune, tanto, que en ocasiones no se los diferencia. La entrada a sus templos suele estar franqueadas por estatuas de piedra de su servidor zorro.
Su relación no es arbitraria. Los zorros se cazaban a los rodeadores que estropeaban las cosechas, además solían bajar de la montaña a buscar alimento en otoño, época de cosecha del arroz. Dos hechos que para los antiguos campesinos eran claras muestras de su papel como mensajero de Inari y protector de los campos.
Pero no es oro todo lo que reluce. Tiene una faceta traviesa e incluso maligna muy marcada. Les gusta engañar a los humanos mediante su transformación o posesión a veces con el único objetivo de humillar. Esta personalidad más problemática del kitsune está muy presente aún hoy en Japón.
Antiguamente se decía que podían transmitir enfermedades, creencia que dio lugar a la expresión “estar pellizcado por un kitsune” que se refiere a estar empanado o en babia. Si hablamos de posesión, nos referimos al kitsunetsuki y para la gente de entonces era algo muy real. Se practicaban exorcismos con tal de expulsar al kitsune del cuerpo del poseído. Incluso en el siglo XX fue reconocido como diagnóstico común para una enfermedad mental.
Y tú que has leído Naruto te preguntarás, ¿y las colas? ¿Qué pasa con las colas? Las colas en un kitsune se correponden a los anillos del tocón de un árbol: miden su longevidad y poder. Todos sabemos ya que el kyūbi no kitsune es el más poderoso. Se le atribuye el don de la omnisciencia y sabiduría infinita. Su color suele ser blanco o dorado.
Se dice que para transformarse debían colocarse una hoja o junco sobre la cabeza. Como hemos visto, la presencia de los perros altera a los kitsune y les hace volver a su forma original. Cuentas las leyendas que su reflejo o su sombra es otra manera de descubrirlos. Emborrachar al supuesto kitsune puede hacer que se descuide y deje su cola a la vista. Sin que medie transformación alguna hay mujeres a las que se les aplica el término kitsune-gao (cara de zorro) debido a la forma de su cara, ojos juntos, cejas delgadas y pómulos salientes.
«Zorro Salvaje» (Rollo ilustrado de cien demonios), Sawaki Sûshi, 1737, Museo Municipal de Fukuoka
Os dejo otro relato sobre transformaciones en kitsune:
Koan, un personaje histórico que poseía la sabiduría y los poderes mágicos como vidente. Según esta historia, él estaba en la casa de uno de sus devotos cuando se quemó su pie al entrar al baño debido a que el agua estaba muy caliente. Entonces, «en su angustia, él se escapó del baño desnudo. Cuando la gente de la casa lo vio, ellos estaban pasmados cuando observaron que Koan poseía un pelaje que cubría gran parte de su cuerpo y le sobresalía una cola de zorro. Entonces Koan se transformó en frente de ellos, convirtiéndose en un zorro anciano y huyó.
Hall, Jamie. Half Human, Half Animal: Tales of Werewolves and Related Creatures. Bloomington, Indiana: Authorhouse, 2003. 144
Y como siempre, ¿dónde habéis visto kitsune? En series y videojuegos, ya os digo que es un personaje que da mucho juego tanto por su sabiduría, su faceta divina como por su capacidad de metamorfosis. Además del Kyūbi de Naruto, Kurama de Yū Yū Hakusho, Ninetales en Pokemon, es una de las máscaras que obtiene Link en The Legend of Zelda: Majora’s Mask y uno de los útiles disfraces de Luigi en New Super Mario Bros. 2 y Super Mario 3D Land. Si Mario podía ser un Tanuki, ¿por qué no iba su hermano a convertirse en kitsune?
Escrito por Jeza
Es la primera vez que colaboro en un blog y ¡espero que no sea la última! Me gusta tanto Japón que hasta he estudiado una carrera sobre ello (las carreras que se inventan...). Últimamente mi consumo de anime y manga está volviendo tras unos años de ocaso, por lo menos mi afición a los videojuegos, cine y literatura sigue intacto.
