Cóctel espiritual – religiones en Japón
1 diciembre, 2015 / 1799
Un torii constituye la entrada a terreno sagrado, al mundo de los kamis y por eso recibe al visitante en los templos sintoístas. Voy a tomarme la confianza de usarlo esta vez como el símbolo de bienvenida de Japón a otras creencias, cultos y religiones.
El país del sol naciente puede presumir de ser uno de los que se adapta con mayor facilidad a los cambios. A pesar de la fuerte presencia de su tradición y costumbres ancestrales, no le ha costado aceptar, absorber y adaptar todo aquello que pudiera serles beneficiosos. Lo han hecho en el campo de la política, lo hicieron en la guerra, lo aplican en su día a día y de ello no se abstiene ni la religión. Esta práctica recibe el nombre de sincretismo, entendido como el intento de conciliar doctrinas distintas.
Hay un dicho mil veces repetido al respecto que reza:
“Se dice de un japonés que nace sintoísta, vive según los preceptos de Confucio y muere budista”.
Añadámosle que actualmente, además, se casan por el rito cristiano.
Para un japonés no hay nada de incongruente en ello. Sus calles se decoran por Tanabata, una tradición de origen chino que consiste en escribir deseos en una tira de papel y colgarla en los árboles de bambú. Conmemoran el Obon de origen budista en el que honran a los espíritus de sus antepasados, algo que no les impide disfrazarse en Halloween, otro fruto del sincretismo esta vez entre cristianismo y la tradición celta. Eso sin olvidarse de decorar sus árboles en Navidad o regalar chocolate al chico que les gusta por San Valentín. Todo ello junto a la ineludible visita al templo por Año Nuevo (O-Shogatsu).
Las inquilinas del Hina Inn os desean Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo
La mayoría de la población considera el sintoísmo como su creencia principal, seguida aunque con unos millones de distancia, por un gran número de budistas. Con menor número de adeptos se encuentra el cristianismo, judaísmo, Islam o hinduismo. Bajo el amparo del sintoísmo han crecido las denominadas “Nuevas Religiones Japonesas” o Shinshūkyō (新宗教); mientras que el Sukyo Mahikari (崇教真光) o “Enseñanza Suprema de la Luz Verdadera» ha ganado seguidores.
Japón constituye una amalgama religiosa, un cóctel espiritual en el que todo es bienvenido. Una de las mejores maneras de observar cómo estas creencias se mezclan sin que resulte disonante es observar sus animes más costumbristas, aquellos que en los que dejando de lado el argumento inicial, se retrata cómo es vivir en Japón. Os dejo una pequeña galería para que veáis algunas de las festividades antes comentadas.